Linda y fresquita la tarde del 2 de abril, todo estaba preparado para la fiesta, las dos primeras fechas habían ilusionado al pueblo rojinegro, que colmó la oficial como en las mejores tardes.
Enfrente los pibes de Olimpo, mucho despliegue y mucha velocidad en sus delanteros, atrás, presión sobre el Beto, para no dejarlo recibir cómodo y muy poco espacio para poder arrimarse al área.
El primer tiempo fue parejo, los dos intentaron tratar bien la pelota, arrancaron en ventaja los Bahienses y sobre los treinta, cuando no?, Mosqueira empato y puso justicia a los primeros 45 minutos.
El segundo Tiempo no nos dio posibilidad de acomodarnos en la tribuna, ya que antes del minuto Jeva estampó el segundo y, que alguien me contradiga, todos nos imaginamos una película similar al segundo tiempo contra Villa Mitre, pero una floja marca y la precisión de un pase entre líneas le dio el empate a Olimpo, algo que nadie imaginaba. Después, la expulsión de Marquitos y el tercer gol visitante distorsionaron la imagen del equipo, las ideas dejaron paso a la desesperación y con cinco delanteros en cancha (Beto, Jeva, el Gringo, la Chicha y Garay) todo fue centro y vértigo.
Siempre se dice que de las derrotas se aprende, quizás debamos aprender a controlar un tanto mas la pelota cuando se esta ganando, este es un equipo ofensivo, y está bien que lo sea, pero a veces se pierde el equilibrio como sucedió en el segundo gol de olimpo.
A favor tenemos el poder ofensivo (un promedio de tres goles por partido), tenemos a los delanteros muy afilados (Mosqueira seis goles en tres partidos, Jeva tres en tres) el equipo está muy bien armado y sobre todo està la gente, la que siempre acompaña al equipo y la que sueña a lo grande por mas que hayamos tropezado con una piedra en el camino.
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