ACLARACIÓN TONTA PERO NECESARIA AL FINAL DE LA PAGINA HAY UN ENLACE QUE DICE ENTRADAS ANTIGUAS ES PARA VER LAS IDEM (LES DIJE QUE LA ACLARACIÓN ERA TONTA)

martes, 21 de febrero de 2012

LA NOSTALGIA DEL FANTASMA

murga 001

La tardecita estaba ideal para caminar y, para no desperdiciarla, me dirigí hacia el parque San Martin, con tranco lento, saboreando en mi cabeza los recuerdos carnavalescos de otros tiempos, siempre en esta época me pasa, será por la marca que me dejaron esas noches tan particulares y tan propias de estas tierras arenosas,donde fui espectador permanente de los corsos  y lo mas cercano  a una actuación protagónica que tuve fue en el año 1974 ( o quizás fuera 75 ) cuando una pareja de vecinos, que integraban la “Murga de Trulalà”, nos llevaron a mi hermano y a mi para que reemplacemos a dos de los integrantes, que se encontraban ausentes, en la foto grupal del festejo por el primer premio conseguido ese año,  en esas divagaciones me perdìa cuando lo vi sentado sobre las raíces de  un eucalipto,era él, no había duda, cubierto con la misma sábana con la que lo conocí hace mas de treinta años, me senté a su lado y me miró ,con una tristeza infinita, a través de los hoyos ubicados en la tela,  mientras sus manos jugueteaban con la “cachiporra” rellena de trapos, su boca, trazada con marcador, tenía una mueca desgastada, volvió a mirar hacia el frente y, como si me hubiera estado esperando, sin mas, comenzó su monologo: "Pensar que yo recorrí esas calles revoleando esto ( me dijo mientras levantaba la cachiporra) descargando justicieros golpes entre el piberío que osaba tironearme de  la sábana, haciendo bromas a los grandes que estaban en la vereda, incansable, necesario,  una vez al año  los corsos me llamaban, no solo a mi, sino también  al borracho, a la mujer barbuda, al gaucho, a la momia, al domador de suegras, al gorila, a todos los  denominados mascaras sueltas, los que rompíamos los esquemas grupales que mantenían las murgas, los que girábamos en las veredas, entre el publico, repartiendo  suaves golpes, besos, abrazos,  sonrisas, bromas,  pero algo se quebrò , dejamos de pertenecer, todo empezó a cambiar después de que los milicos nos sacaran la alegría de los corsos, cuando volvimos la cosa era distinta, todo intentaba ser una triste copia de otros carnavales, con muchas plumas y lentejuelas, no teníamos cabida en ese asunto, empezamos a darnos cuenta de que la gente tampoco era la misma y nos fuimos alejando, hasta casi extinguirnos, solo uno o dos intentan mantener viva la llama de los viejos corsos, pero las plumas los van ahogando , ¿vos crees que algún día podremos volver?…”  le palmeé el hombro y me aleje callado, me quedó la incomodidad de no haberle contestado, pero ¿qué iba a hacer?, ¿què le iba a decir?, que la banda de TITAN , las carrosas, las caretas de papel maché y tantas cosas mas son solo buenos recuerdos, no quería  contagiarme su nostalgia por los viejosbuenos corsos y además, en el fondo,  nunca fui bueno para consolar fantasmas.